Entrevista a Pastor Daniel Riveros, ADDA Villa Dulce
- comitegeneral2024
- 6 oct
- 5 Min. de lectura
Como es ya del conocimiento de todos. El 2 de Febrero de 2024 será una fecha que recordaremos por muucho tiempo, de la terrible tragedia del voraz incendio forestal descontrolado que asoló la zona urbana de Valparaíso. Con el correr de las horas las informaciones y detalles comenzaron a circular de manera viral de como templos de Iglesias estaban siendo arrasados por los avances de las llamas.Pasado un tiempo de toda esa terrible tragedia, es que hemos querido compartir en este espacio una entrevista a pastor Daniel Riveros, a continuación las impresiones:
¿Qué significa Villa Dulce para usted?
Además de ser el lugar donde he vivido con mi familia durante más de treinta años, fue el sitio donde me reencontré con la enseñanza bíblica. Desde mi llegada de Arica en abril de 1993 me integré al IBV como administrador y maestro en algunas asignaturas.
¿Cuánto tiempo lleva pastoreando este lugar?
El IBV es parte de la Asamblea de Dios Autónoma de Viña del Mar, en el sector de Villa Dulce, así que también nos integramos a la iglesia local como familia. Han pasado casi veinte años desde que fui invitado a tomar el pastorado de la iglesia en Villa Dulce, lo cual fue una decisión resistida de mi parte, porque eso significaba dejar el ministerio de enseñanza, tarea que llenaba mi corazón. Sin embargo, hubo también en el período algunos cambios, los que finalmente me llevaron al convencimiento de que era lo debía hacer.
¿Como describiría sus años pastoreando esta iglesia?
Mi tiempo en el pastorado ha sido una escuela permanente. Hemos pasado tiempos difíciles y muy dolorosos, pero también hemos probado la gracia de Dios que nos ha sostenido y sacado adelante. En lo personal, agradecido de Dios por el amor de mis hermanos de la congregación, por su perseverancia, generosidad y disposición a servir. Mención aparte merece las buenas relaciones y el servicio desinteresado de mis consiervos, sin cuya entrega, el pastorado sería una misión imposible.
¿Cómo vivió el día de los incendios? ¿Qué emociones siente al recordar la fecha del incendio?
El viernes 02 de febrero, día fatídico, que arrebató a seres queridos y más de siete mil viviendas, fruto de años de esfuerzo y trabajo, arrasando populosos sectores como Villa Independencia y El Olivar, seguirá robando la paz por mucho tiempo.
El recuerdo trae como un tobogán de emociones. Lo primero, temor, como todo el mundo, más cuando en cuestión de minutos solamente, el fuego arrasó con dependencias y todo lo acumulado en cincuenta y tres años de matrimonio. Qué decir del templo, un bello y acogedor lugar que sirvió como centro de operaciones durante cuatro décadas. Cientos de nuevos convertidos y bautizados, decenas de hombres y mujeres que se prepararon para servir al Señor en sus iglesias …
Agradecido de Dios por estar vivo y sin un rasguño, pero también asustado por la carga de comenzar de cero, cuando ves que los años se te han venido encima.
Recordaba el testimonio de un consiervo y amigo, que ya está con el Señor. Cuando llegó a su primer campo, llevaba todos sus bienes en una maleta de mimbre. Y no se trata de hacer voto de pobreza, pero a veces olvidamos nuestra profesión, es decir, que somos extranjeros y peregrinos.
Dios sabe lo que hace, y este incendio nos sacó de nuestra área de confort, lo que nos lleva a la rutina, y a olvidar la comisión de ir, de ser sal y luz, y no meros observadores de lo que ocurre en nuestro derredor. Dios tiene planes, y sus planes son siempre perfectos, aunque a veces duelen. Él proveerá todo cuanto necesitamos para cumplir la tarea en este tiempo.
¿Cuántas familias fueron afectadas, en qué condiciones quedaron y como se encuentran el día de hoy?
Son siete familias activas en la iglesia, las que sufrieron la pérdida total de sus bienes. Un caso patético, es el de una familia que tiene que demoler hasta el radier de su vivienda. Hay también un número de familias que alguna vez tuvieron vínculos con la iglesia, y que se habían alejado de la comunión. Todos ellos han sido atendidos desde el primer minuto.
Mi gratitud y sincera admiración por la entrega de mis consiervos. Uno se hizo cargo del retiro de escombros, tanto del templo como de las viviendas afectadas de nuestros hermanos e incluso vecinos. Otro a coordinado el acopio de víveres no perecibles, vestuario y otros, ordenando, clasificando y optimizando la entrega oportuna a quienes más lo necesitan. Junto a hermanos que han puesto a disposición sus vehículos y su tiempo, otro de los pastores ha sido la cara visible, llevando la ayuda a las familias, a los cerros, y haciendo operativos para bendecir a la comunidad con entrega de víveres, ropa, carteras provistas de lo necesario y mochilas con útiles escolares.
Quienes tenían sus terrenos, hoy cuentan con viviendas de emergencia, algunos ya están edificando sus viviendas definitivas, y los demás han optado por un arriendo.
¿Cuánto ha significado para ustedes las oraciones y ayuda de la iglesia a nivel nacional?
El mayor capital, las fuerzas y el motor para salir adelante, a pesar de ser identificados como la iglesia que se quemó, ha sido sin ninguna duda las oraciones de intercesión de la iglesia sin distinción. Por supuesto que estamos profundamente agradecidos de nuestras iglesias hermanas de todo el país, y particularmente, del Fondo de Extensión, que de forma permanente ha estado al lado nuestro, dando su apoyo y preguntando que más pueden hacer por nosotros. Como pastores estamos agradecidos por las ofrendas generosas entregadas para los damnificados, y que hemos hecho llegar a las familias.
No hay palabras suficientes para expresar la sorpresa y gratitud de nuestros hermanos al recibir estas ofrendas. Ahora comprendo, al estar al lado de los que han recibido, las palabras del Apóstol Pablo a los filipenses, respecto de las ofrendas: -Son un olor fragante aceptable y agradable a Dios-. (Fil 4.18). Nunca habíamos probado la gracia de Dios con tanta abundancia. Esto es en el plano personal, y como Iglesia Villa Dulce.
Son cientos de pastores e iglesias que se han hecho presentes con su ofrenda, pero que también nos han bendecido con su oración. Estamos agradecidos de nuestra identidad, pero más allá de nuestros carteles, hay una iglesia viva y vibrante, dispuesta a servir, dar y orar.
Queremos agradecer a los grupos de hermanos que vinieron de la Región Metropolitana y que nos ayudaron en la remoción de escombros. Hasta ahora son recordados con admiración y gratitud por su servicio a Dios.
¿Han podido reunirse de manera congregacional?
Dios guardó providencialmente la propiedad de la esquina, así que el domingo 04, a dos días del incendio, tuvimos nuestro primer culto de gratitud y adoración.
¿Como ha sido el volver a congregarse?
Ha sido un reencuentro diferente. Festivo y de profunda entrega. Entrega en el compartir con los hermanos afectados por el incendio, y también en una adoración a Dios más espontanea o natural. El hecho quizás de estar apretados en una sala más pequeña, nos a obligado a estar más cerca el uno del otro.
También hemos tenido la alegría de recibir a quienes habían dejado de congregarse por un tiempo, volver con una nueva disposición del corazón.
Un promedio de ochenta hermanos nos reunimos los domingos, y por otro lado, ya están activos los diferentes departamentos de la iglesia que se toman un tiempo de vacaciones de verano. Jóvenes, adolescentes, Escuela Dominical, hermanas, Taller de Manualidades.
El templo se quemó, pero la iglesia sigue viva y alumbrando. No tenemos fecha para la reconstrucción del templo, es más, hace solo unos días fuimos notificados de la orden de demolición total para todos los templos afectados por el mega incendio. Ha sido un trabajo arduo el reconstruir planos, inventario y otros, para negociar con la aseguradora y dar curso luego a la reconstrucción.
Agradecidos por contar con este ejército de gente de oración, y de acción, que desde todo Chile y más allá de sus fronteras, se ha levantado con solo corazón para acompañar a la Iglesia de Villa Dulce.
pastor Daniel Riveros imágenes



























Comentarios